martes, 13 de agosto de 2013

Producción Dioses egipcios
(Conexión área de Lengua y Ciencias Sociales)
La tragedia de Qeb.

    Cierto día Qeb caminaba como siempre junto al Nilo, había salido de su casa donde vivía con sus padres, tenía doce años y a pesar de la pobreza de su familia, quería convertirse en escriba.
    Observó cómo un anciano era atacado por un perro furioso; sin dudar, tomó  unas piedras y se las arrojó, este al sentir los golpes, huyó. El anciano estaba muy agradecido y quería recompensarlo por su acción. Como Qeb no quería recibir nada,le preguntó sobre lo que quería ser cuando fuera grande. Qeb le respondió, ser escriba. El anciano tenía riquezas,  vivía solo porque había perdido a toda su familia en un incendio , lo invitó a vivir con él y le prometió que le pagaría los estudios.
    Qeb acompañado por Edfú, que así se llamaba el anciano, regresó a su humilde vivienda, allí les habló a sus padres de la invitación. Su familia, muy apenada,  pero viendo que era una oportunidad para Qeb, lo dejó partir.
    Vivía en la ciudad precisamente muy cerca de una academia de escribas.
    Comenzó a asistir y al regresar cenaba con Edfú, quién después de la comida le contaba historias de misterio y leyendas muy antiguas.
    Edfú que había sido arquitecto en su juventud, le contó una noche, que había construido la tumba del faraón Tutmosis II, y para asegurar los tesoros que este se llevaría a la otra vida, había construido un laberinto que permitía llegar hasta donde se encontraba la momia del faraón pero no salir de él porque activaban unos mecanismos que modificaban la posición de las piedras y los túneles de salida, si alguien pisaba la entrada o la sala de los sarcófagos.
    Qeb quedó muy impresionado por el relato y cuando se fue a dormir soñó que se encontraba cerca de la sala de los sarcófagos, notó que unos monstruos querían atraparlo y se despertó angustiado.
    Al día siguiente, cuando Qeb se preparaba para salir, Edfú le dijo que no se sentía bien y que iba a morirse, pero para pasar a la otra vida necesitaba su ayuda. Qeb muy apenado decidió ayudarlo.
    Edfú le dijo que había ocultado las joyas del faraón y que entonces Osiris que era el que lo iba a juzgar comprobaría que había traicionado a Tutmosis II.
    Necesitó que Qeb entrara a la pirámide y que devolviera las joyas a la momia del faraón, para evitar que Osiris lo castigara impidiéndole pasar a la otra vida.
    Qeb tenía mucho miedo, pero Edfú le dijo que si seguía sus indicaciones y un plano que le entregaría, podía salir del laberinto sin que se cerrara y volver sano y salvo.
    Qeb aceptó. Ingresó por una entrada oculta y  encontró las joyas , se dirigió a la sala de los sarcófagos y tocó una piedra que trabó el mecanismo de movimiento de las paredes y las devolvió.
    Cuando salía, vio que la estatua de Osiris cobraba vida y se dirigía hacia él. Comenzó a correr pero unos animales monstruosos enviados por Osiris lo perseguía a través de los túneles del laberinto. De pronto la Tierra empezó a temblar y las piedras de los muros empezaron a caer.
    Qeb vio a Osiris muy cerca de él, sintió un golpe en su cabeza, todo se oscureció a su alrededor y ya no escuchó nada más.

Matías García Vidable
7º año 2013
Prof. Viviana Gallar



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